Construida en la primera mitad del siglo XVII, en el prolongamiento de la Casa del Capítulo del convento de San Francisco, la Capilla de los Huesos es una invitación a la reflexión sobre la transitoriedad de la condición humana; mensaje resumido en la leyenda que está encima del portal de entrada:
NOSOTROS, LOS HUESOS QUE AQUÍ ESTAMOS, POR LOS VUESTROS ESPERAMOS
La decoración del techo, que data de 1810, llena de símbolos, alegoría y citas de la Sagrada Escritura, le añade la afirmación de otra Vida en el esplendor de la gloria de Dios. Al fondo de la capilla, puede verse la urna funeraria, del siglo XVIII, de los fundadores del Convento (siglo XIII) y la lápida rasa del obispo D. Jacinto Carlos del Silveira, asesinado por las tropas francesas en la invasión de Evora, el 29 de Julio de 1808.
The scraggy skulls
Are my company
I have them night and day
In my memory;
Many were honored
In the world by their talents
And other vain ornaments
Which served vanity
Maybe in Eternity
The reason of their torments!