La sociedad actual necesita, para mantener su nivel de vida y confort, un alto consumo energético. El reto consiste en buscar un desarrollo sostenible manteniendo el nivel de actividad, transformación y progreso en todos los sectores productivos.
El fantástico avance de la tecnología ha estado acompañado por un excesivo consumo de energía.
Estas nuevas necesidades de la población que evidentemente han mejorado nuestra calidad de vida han incrementado la demanda de energía y creado un PROBLEMA DE ABASTECIMIENTO energético.
El sistema productivo y económico desarrollado en los últimos 40 años se ha basado en el crecimiento a partir del consumo incontrolado de recursos, el 85% de la energía que consumimos procede de fuentes de energía no renovable, generando una enorme presión sobre el planeta. Los ecosistemas ya no son capaces de absorber las elevadas emisiones de los gases efecto invernadero, lo que deriva en el cambio climático con graves consecuencias para los habitantes y para el planeta.
El hombre primitivo pronto descrubrió que las pieles de los animales podían contribuir a su protección frente al frío, que ponerse al sol suponía un aumento de su bienestar y que las cuevas, con su temperatura constante, resultaban un buen refugio donde guarecerse.
Principios tan simples como estos estan detrás de las casa pasivas:
Una buena envolvente protectora y un buen aprovechamiento del calor del sol almacenado en los edificios.